¿QUE ES LA
ENDODONCIA?
El tratamiento endodóntico comprende todos aquellos procedimientos
dirigidos a mantener la salud de la pulpa dental o de parte de la misma.
La pulpa dental es un tejido conjuntivo constituido por células y
aferencias nerviosas y vasculares, que ocupa parte de la corona y la raíz o
raíces del diente.
La cámara pulpar es la porción de la cavidad pulpar que se encuentra
dentro de la corona mientras que la parte que ocupa la raíz se llama conducto
radicular.
La cavidad pulpar está ocupada por la pulpa dentaria.
Este paquete vasculo-nervioso entra y sale por el extremo de la raíz
(ápice radicular) por un orificio muy pequeño (foramen apical).
La cámara pulpar es siempre una cavidad única y varía de forma, de
acuerdo al contorno externo de la corona.
El tamaño de la cavidad pulpar está determinado fundamentalmente por
la edad del paciente. Los dientes de los niños tienen las cavidades pulpares
más grandes.
Con la edad, y las agresiones que sufren los dientes, la cavidad
pulpar se va atrofiando.
Los conductos radiculares se extienden desde la cámara pulpar hacia el
ápice radicular, y normalmente tienen su diámetro mayor a nivel de la cámara
para irse estrechando según se acerca al foramen apical.
La forma normal en un adulto es cónica más ancha en la corona y más
estrecha en el ápice.
Para realizar tratamientos endodónticos es imprescindible conocer la
anatomía tanto de la cámara pulpar como de los conductos radiculares.
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Causas de la patología pulpar
La pulpa dental puede inflamarse como consecuencia de diferentes
factores, y en última instancia puede llegar a necrosarse o morir.
Entre los factores que pueden producir inflamación pulpar destacan los
siguientes:
la caries es la causa más frecuente
de lesión pulpar, pero la abrasión, la erosión, el desgaste de los dientes
por el roce de unos con otros y los tratamientos restauradores pueden también
provocar inflamación al dejar el diente expuesto a las bacterias y sus
productos.
Al cortar la dentina se pueden
producir daños al generar calor y provocar deshidratación.
La magnitud del daño dependerá del
tipo de fresa que se utilice, de la velocidad de rotación, de la vibración y
del empleo de un refrigerante eficaz.
la toxicidad de los materiales, su
acidez, la cantidad de calor que generan al fraguar y su capacidad para
producir deshidratación pueden causar lesiones e inflamación pulpares.
Una inflamación pulpar progresiva y cada vez más intensa puede dar lugar
a una lesión perirradicular (alrededor de la raíz) inicial como consecuencia
de la interacción de las bacterias y sus productos con los mecanismos de
defensa del tejido pulpar.
Si la pulpa dental pierde repentinamente su vitalidad debido a un
traumatismo impactante, aparecen signos iniciales de traumatismo agudo e
interrupción de los vasos sanguíneos apicales, y seguidamente se produce la
cicatrización, o una inflamación crónica si las bacterias infectan el espacio
pulpar.
El odontólogo explorará al paciente para buscar distintos trastornos
como parte de la valoración endodoncia.
En muchos casos el paciente busca tratamiento debido al dolor, pero
muchas alteraciones únicamente se descubren tras la exploración clínica.
Los trastornos más corrientes que se pueden descubrir durante una
valoración endodóncica son:
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El tratamiento de elección para la enfermedad periapical es la
eliminación de los microorganismos y sus productos del sistema de conductos
radicular.
Podríamos entender la pulpectomía como el tratamiento que extirpa la
totalidad de la pulpa, pero en realidad es un tratamiento mucho más complejo,
que persigue la total eliminación del contenido del sistema de conductos
radiculares (bien se trate de pulpa o restos necróticos), y además busca
conseguir el sellado hermético de dicho sistema, dejándolo aislado del resto
del organismo.
Consta de varias fases, que deben llevarse a cabo de forma secuencial.
Cada una de ellas tiene unos objetivos específicos que deben ser
cumplidos, pero todas tienen uno común: permitir realizar correctamente la fase
posterior.
Un fallo en cualquiera de ellas provocará el fracaso de la cadena
entera.
Los pasos son:
Una vez terminado el tratamiento endodóncico obturaremos el diente (la
corona) con un material de obturación, pero deberemos observar la evolución
del tratamiento haciendo controles clínicos y radiográficos.
La periodicidad de estos controles variará según el caso de que se
trate.
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